El arquetipo de la Cuaternidad Lo demoníaco y el femicidio
Horacio Ejilevich Grimaldi

JUEVES, 27 DE ABRIL DE 2017

Cuando un juicio no puede enunciarse en términos de bien y de mal se lo expresa en términos de normal y de anormal. Y cuando se trata de justificar esta última distinción, se hacen consideraciones sobre lo que es bueno o nocivo para el individuo. Son expresiones de un dualismo constitutivo de la conciencia occidental
Michel Foucault


"He observado muchos casos en los que aparece el número cuatro y tiene siempre un origen inconsciente: es decir, que el paciente se atiene a él, por un sueño y no tiene ninguna idea de su significado e incluso no ha oído hablar nunca de la importancia simbólica del cuatro".
C.G.Jung


Abstract
Although Western sexuality has its origins in Jewish and Greek tradition, Christianity is its closest forerunner and the most influential. Not very much interested in sexuality, Jung was an innovator in this area. In this paper I’ll try to take a look to the Archetype of the four (the tetrarkis) and the Anima.


La (Tetrarkis) cuaternidad sería un proceso de elaboración inconsciente que ordena ciertos elementos psicológicos en una imagen
El cuadrado es para los alquimistas el centro de su simbología, la "cuaternidad cuadrada", configurada por las cuatro elementos. Arriba en el centro se representa la quinta estrella, que representa el quinto ser, la unificación de las cuatro, la quinta essentia. La pila se halla debajo es el vas hermeticum, en el que se opera la transformación. Su contenido es el mare nostrum, el aqua permanens ( agua eterna), el (agua divina). Las representaciones alegóricas de la tetrarkis en el cristianismo son bien claras: Los cuatro apóstoles, a saber:
San Marcos: El León; San Juan: El águila de Patmos; El toro: Lucas y por último el Ser humano, representado por Mateo. Esta representación en particular tiene especiales connotaciones gnósticas e incluso astrológicas.
Ésta es la representación del tetramorfo del griego tetra, "cuatro", y μορφη, morfé, "forma") como una representación iconográfica de un conjunto formado por cuatro elementos. mas extendida y proviene de la religión cristiana. No obstante es más antigua la que se remonta al Talmud, cuando el profeta Ezequiel describió en una de sus visiones cuatro criaturas que, de frente, tenían rostro humano y, de espaldas, tenían animal (Ezequiel 1:10). Una visión muy similar aparece en un pasaje del Apocalipsis de Juan (Apocalipsis 4:1-9) que describe a cuatro ángeles zoomorfos que rodean al pantocrátor.

Imagen inspirada por el tetramorfos que figura en la Primera visión de Ezequiel (Ezeq. 1:1-14).
Página de la Guía de los Perplejos de Maimónides (manuscrito sefardí, texto en hebreo, Cataluña, 1348)


La cuaternidad (descrita por Jung como la totalidad), es la unión de los opuestos: el mal y el bien, (esto es de Cristo y del Anticristo); de Adán como hermafrodita de Eva; del hombre como microcosmos y del Universo como macrocosmos En definitiva de la conciencia y el inconsciente. Es la premisa lógica de todo juicio de totalidad. Si se quiere llegar a un juicio de éste tipo, éste debe tener un aspecto cuádruple (Padre, Hijo, Espíritu Santo, Virgen María). Cuando, por ejemplo, se quiere caracterizar la totalidad del horizonte, se nombra los cuatro puntos cardinales.
A veces en los sueños, esto es bastante común, aparecen unas figuras que pueden ser paisajes, directamente alusiones mitológicas o incluso claves numéricas que, generalmente llevan a un arquetipo. Por ejemplo como los primeros tenemos: El Jardín del Edén, un desierto o, como ha pasado en otros sueños, el Gran Cañón del colorado, se trata de lugares primigenios, reales o no.
Hace un tiempo se realizó, una experiencia en la que se ponían tres láminas, una era del bosque, otra era de un desierto, otra más de la selva y le preguntaban a la gente cuál les gustaba más. En general decían el bosque, porque nosotros venimos de una civilización arborícola pero antes del bosque estaba el páramo. Esto es muy arcaico.
Muchas figuras surgidas del sueño son, pesadillescas en un sentido estricto, por ejemplo los famosos demonios, Satanás incluido, serpientes, (en este último caso siempre y cuando estemos hablando de la cultura occidental porque si hablamos de la cultura oriental la serpiente tiene que ver más con la inteligencia y con la sabiduría que con el mal).
Es evidente que el arquetipo simbolizado, es decir el símbolo, tiene una infinitud de acepciones que van desde lo más claro a lo más numinoso.
En nuestra cultura europea- americana que toma, la judeo cristiana, la serpiente es un símbolo “demoniaco”. También hay numerosos símbolos que son considerados así: El lobo o el murciélago por ejemplo.
En Psicología Analítica lo que denominamos “demoníaco” está constituido por el arquetipo de la cuaternidad (la tetrarkis) y en este trabajo propongo que, no solo de demoníaco no tiene nada sino también que es imprescindible que la humanidad en su conjunto lo integre.
La tetrarkis es el famoso número cuatro, 4 que puede ser 40 que el 40 está en la Biblia, y es un arquetipo que es muy curioso y casi no explicado.
No se entiende bien para quien no está familiarizado con la terminología de la Psicología Analítica cuando C.G. Jung dice que es necesario introducir el denominado: Mal. Es decir integrar aspectos de la Sombra
Primeramente, en su tesis doctoral sostiene que los dioses y demonios están dentro de uno y luego se hace necesario inclui el denominado elemento demoníaco... la cuaternidad.
Éste arquetipo numérico, el cuatro. Tiende a ser pensado de la forma en que está planteado el elemento demoniaco, es decir, como el mal en la forma judeo cristiana y no como el Daemon, que es como un espíritu, sin embargo, usualmente, está propuesto como un espíritu pero maléfico.
El propósito de éste trabajo es precisamente ver dónde sale esta idea que es apreciablemente problemática y actualmente está llevando a la humanidad a sus expresiones más bajas.
El tema del femicidio es más viejo que los tiempos, lo que no quiere decir que no sea aberrante. A mi modo de ver, y de ahí este ensayo sobre la Cuaternidad, el problema tiene, no excluyentemente pero si mayoritariamente una etiología dogmática religiosa.
Lo comúnmente aceptado cuando surge como religión independiente la Iglesia Apostólica Romana, es que uno crea que los discípulos se dispersaron por el mundo conocido, que estuvieron evangelizando y que se creó el catolicismo y la iglesia católica apostólica romana y ya está…Fin de la historia.
Esto no fue de ninguna manera así. Hubo un montón de discrepancias y arreglos conciliares. El de Constantino fue el más importante porque apartó un cúmulo de evangelios, los famosos evangelios apócrifos (tan reales como los otros pero que en algunas partes iban a contrariar los postulados básicos de la nueva religión). Y lo concreto es que ese insistente catolicismo tuvo que luchar muchísimo básicamente contra dos posturas muy fuertes.
Una de ellas era el Gnosticismo, que tampoco estaba formada por una única doctrina sino por varias, como las de Marción o el famoso (por el término: maniqueísta), Manes, sin dejar de lado al denominado Simón el Mago o Basílides de Aejandría, visualizado por Jung en su libro rojo. Y la otra, el culto de Zoroastro que refiere al dualismo del bien y del mal.
Entonces va surgiendo una religión monoteísta que en sus orígenes y planteos es una secta derivante del judaísmo el cual, a su vez toma la idea del monoteísmo del cautiverio del pueblo hebreo cuando se encuentra probablemente en el poder el faraón Akenaton, hijo de Amenofis III, casado con Nefertitis, una de las mujeres más bellas de la historia y fundador del monoteísmo egipcio en honor a Atón (El sol) como único Dios.
Ese catolicismo, como expresé, tiene que luchar mucho con lo que fueron llamadas herejías, que, en realidad eran distintas opiniones. Dentro de ellas estaba aquel que pensaba que había un principio que era el mal y otro que era el bien, opuestos complementarios (Esto es, grosso modo hablando el conjunto de ideas y doctrinas denominadas en común como Gnosticismo). C.G. Jung se inscribe dentro de esta corriente porque es totalmente gnóstico y su psicología dualista.
Lo concreto es que el cristianismo primitivo se encontró con el problema de la naturaleza divina de Cristo. Esto significaba que, de alguna manera, se hacía necesario excluir a la figura de Jesucristo, es decir Joshua Ben Joseph,( Jesús hijo de José en Arameo) del nacimiento normal de todos los seres vivientes.
El problema era que para producir esto había que someter y reprimir a la sexualidad, la naturaleza, obviamente y lo femenino
La “solución” a esto no se va a dar recién hasta el inicio de la Edad Media, en la llamada patrística.
Toda esa discriminación acerca de la naturaleza y de la fisiología femenina constituía una relación tendenciosa entre lo teológico y lo ginecológico.
Agustín de Hipona (354-430), uno de los pilares filosóficos de la cristiandad consideraba a la mujer como perturbadora de la serenidad y de la espiritualidad de la mente masculina y señalaba la instigadora predisposición femenina respecto de las demandas materiales y sensoriales.
San Ambrosio (c. 339-397), en De Paradiso (c.375), propuso una interesante alegoría de la caída de Adán y Eva, en la cual la mujer representaba los sentidos del cuerpo y el hombre, la mente. Completaba el santo su pensamiento diciendo que los placeres sexuales agitaban los sentidos, los cuales, a su vez, afectaban la mente.

Más extraña resulta esta afirmación de Gerónimo:


Mientras la mujer se ocupe del parto y los hijos, será tan diferente del hombre como el cuerpo del alma. Pero cuando desee servir a Cristo más que al mundo, dejará de ser mujer y se le llamará hombre.
Una idea similar es expresada por Ambrosio, quien señala que:
La que no creé es una mujer y todavía se la llama haciendo uso de su sexo, según el cuerpo, ya que la que creé marcha veloz hacia el hombre perfecto según la medida de la plenitud de Cristo, no poseyendo ya ni nombre de mundo, ni sexo corporal, ni la ligereza de la juventud ni la locuacidad de la ancianidad

San Jerónimo. Fundamentado en Mateo 19:12, en su Adversus Jovinianum señaló la felicidad que representaba, en lugar de servir a una esposa, servir a Dios, haciéndose eunuco para el reino del Cielo. Argumento que sin duda, serviría para la enmasculación de la secta primigenia cristiana de los Bogomilos (castrados)
Se piensa tras largas centurias de conculcación que la cuaternidad, trata del demonio del Mal en su sentido más amplio y no lo es de ninguna manera, a no ser que pensemos que la naturaleza, la mujer y la genitalidad son obra del demonio, que era, por otra parte una idea imperante entonces y, de alguna manera aún se mantiene viva.
La demonización de la mujer se inserta en la religión cristiana desde fechas tempranas y tiene, además, durante el Medievo, razones y argumentos fisiológicos (de origen galénico), filosóficos y jurídicos.
La máxima aristotélica era la de considerar a la mujer como ser imperfecto e inferior al hombre, esto es similar a la influencia del ascetismo cristiano de los primeros tiempos, proclamado por Tertuliano, quien consideraba el cuerpo femenino era ni más ni menos que un símbolo del mal, Esto y muchísimo más, contribuyó a difundir una imagen de mujer peligrosa. La literatura e iconografía cristianas muestran una mujer, a menudo monstruosa, deshumanizada, con rasgos de bestialismo o, por el contrario, poseedora de una belleza capaz de seducir al varón, conduciéndolo a la perdición. Muestra de ello son tanto las representaciones satíricas de la mujer como la concepción del aegritudo amoris, el amor entendido como causa de muerte y enfermedad que lleva al hombre a la destrucción. Hay cientos de ejemplos con lo femenino y la naturaleza como demoníacos y monstruosos, Escilla; Las gorgonas, en especial Medusa; Las Lamias; Empusa,Lilith, etc.
Para Tertuliano, la maldad es inherente a la mujer y no puede resolverse favorablemente: La única propuesta de este autor a las mujeres, consistía en el llanto, la penitencia y el luto, aunque ni siquiera así lograrían redimirse de su capacidad para hacer el mal. (Demonio y mujer:
La marca de Satán. Martínez-Burgos, 2004, pp. 214-215)
El entorno de reclusión podría influir directamente en los casos de religiosas endemoniadas El encierro, unido a la, en muchas ocasiones, corta edad de las monjas que eran recluidas en los conventos siendo aún niñas, es seguramente un factor importante para dramatizar, en el sentido más teatral del término, toda la sintomatología y somatizaciones habituales según refiere Margarita Paz Torres, los casos de supuesta posesión demoníaca. Aquí cabría inscribir el caso reales de “posesión diabólica” llamado los “demonios de Loudun” escrito por Aldous Huxley y filmada por Ken Russel en 1971 con la actuación de Oliver Reed. En Freud esto sería claramente una histeria de masas y en Jung un fenómeno que denominó: Participación mística, siguiendo a Levy Bruhl.
En ese sentido, rarísimas fueron las excepciones que aparecieron a favor de la emancipación religiosa de la mujer, tal como lo que proponían los valdenses (siglo XII). Posteriormente exterminados por “herejes”
Unos cuantos filósofos teólogos como, Bernardo e Ireneo, el último de ellos a quien le debemos una bastante completa pero parcial explicación del gnosticismo, se plantearon un problema espectacular, que era el equivalente al planteamiento del sexo de los ángeles.
El problema era el siguiente, si el ser humano está hecho a imagen y a semejanza de Dios y tiene una partícula divina de Él: El alma, entonces no puede ser de ninguna manera un ser derivante de la naturaleza. ¿Por qué? Y, porque la naturaleza se acaba, se recicla, es sucia, hay todo un acto sexual que va a dar la genitalidad y va a nacer, el animalito, fruto de de una parición, un parto que es visto como un hecho desagradable. Aparte de esta consideración, con ese criterio Dios estaría en todas las cosas de la Naturaleza lo que nos llevaría de nuevo a los cultos ctónicos y al politeísmo.
Por ctónico entiendo el término (del antiguo griego χθόνιος khthónios, (‘perteneciente a la tierra’) siendo éstas religiones básicamente no intrusiva s, y cuya característica principal es el animismo, aparte de los sacrificios sangrientos.
Bernardo, por su parte, escribe en las “Grandezas de María”, grandes elogios a la virginidad, lo cual es muy coherente, porque de esa manera se desexualiza (elemento natural, la Naturaleza) el nacimiento de Cristo y, de paso se glorifica a la mujer en cuanto ésta sea virgen, es decir se “reprima” el pecado carnal:

“Dichosa fue en todo María, a quien ni faltó la humildad, ni dejó de adornarla la virginidad. Singular virginidad, que no violó, sino que honró la fecundidad; ilustrísima humildad, que no disminuyó sino que engrandeció su fecunda virginidad; incomparable fecundidad, a la que acompañan juntas la virginidad y humildad”.
“Qué maravillas que Dios, a quien leemos y vemos admirable en sus Santos, se haya mostrado más maravilloso en su Madre?”
“Por eso quiso que fuese Virgen, para tener una Madre Purísima, él que es infinitamente puro y venía a limpiar las manchas de todos quiso que fuese humilde para tener una Madre tal, él que es manso y humilde de corazón, a fin de mostrarnos en sí mismo el necesario y saludable ejemplo de todas estas virtudes. Quiso que fuese Madre el mismo Señor que la había inspirado el voto de virginidad y la había enriquecido antes igualmente con el mérito de la humildad”.
“Oh Virgen admirable y dignísima de todo honor. ¡Oh mujer singularmente venerable, admirable entre todas las mujeres que trajo la restauración a sus padres y la vida a sus descendientes!”.
“Y fue enviado, dice, el ángel Gabriel a una Virgen, Virgen en el cuerpo, Virgen en el alma, Virgen en la profesión, Virgen como la que describe el Apóstol, santa en el alma y en el cuerpo, no hallada nuevamente o sin especial providencia sino escogida desde la Eternidad, conocida en la presencia del Altísimo y preparada para sí mismo, guardada por los Ángeles, designada por los antiguos Padres, prometida por los profetas”.

De ninguna manera podemos aseverar, acá es donde viene el problema, que Cristo nace fruto de una concepción entre hombre y mujer porque si fuera eso no tendría origen divino. Entonces lo ubicamos a Cristo dentro de la la Trinidad, como el Hijo. Perfecto, ahí tenemos ya tenemos un punto realizado. Pero se hace necesario tirar abajo el concepto de que el ser humano es un producto de la naturaleza, como cualquier otro animal. Entonces, por lógica, el ser humano no es animal sino que está hecho a imagen y semejanza de Dios, y obviamente no tiene nada que ver con la naturaleza. La naturaleza es algo que hay que obviar o de lo cual se debe prescindir. ¿Por qué? Porque la naturaleza es para los animales, no para nosotros. Pese a que la palabra “animal” es precisamente “Ser con alma”.
La ideología que está atrás de esto es una ideología absolutamente represora de la sexualidad que es lo que tenía que venir a continuación, entonces lógicamente Cristo nace de una virgen y se elimina de esta forma la sexualidad igual a como se elimino la naturaleza. Tal como se pactó en el Concilio de Éfeso
En efecto, el primer día de reuniones (22 de junio del 431) se leyó la carta doctrinal escrita por San Cirilo de Alejandría, dirigida a Nestorio, que aprobada unánimemente definió a la Theotókos (dogma de la virginidad de María)
Muy posteriormente se hablará de la doble naturaleza de Cristo: Humana y Divina, pero ya estaremos de lleno en un intento de componenda.
Escribo se elimina, pero en verdad no se elimina sino que se reprime la sexualidad, entonces estamos reprimiendo lo natural, la naturaleza eso es lo que se llama el Anima Mundis, el concepto de mundo como un ser vivo que después se recicló hace poco tiempo en la década de los 80 como un sub producto del fenómeno hippie que es la Wiccan (el paganismo, o la brujería) en la New Age. El problema aquí, es que, al afirmar el movimiento Wiccan (La Brujería) como religión, se le está dando la razón a personajes nefastos como el inquisidor italiano Bernardo Rategno da Como, el jesuita hispano-belga Martín del Río , el jurista francés Jean Bodin e infaltablemente a Enrique Kramer y Jakob Sprenger, autores del nefasto “Malleus maleficarum”. El martillo de las brujas.
Entonces, la naturaleza pasa a ser reprimida, obviamente reprimiendo la sexualidad, porque si no reprimimos a la sexualidad pertenecemos a la naturaleza y si pertenecemos a la naturaleza no somos hechos a imagen y semejanza de Dios.
El error conceptual es haber dejado de considerar que la naturaleza es también Dios
Esto después lo va a retomar Spinoza, con su Panteísmo y la
Natura naturans y Natura naturata.




Baruch Spinoza

Spinoza escribe
'Por Natura naturans debemos entender aquello que es en sí y se concibe por sí, o sea, aquellos atributos de la substancia que expresan una esencia eterna e infinita, esto es, Dios [...] Por Natura naturata, en cambio, entiendo aquello que se sigue de la necesidad de la naturaleza de Dios, o sea, de la de cada uno de los atributos de Dios, esto es, todos los modos de los atributos de Dios, en cuanto se los considera como cosas que son en Dios y que sin Dios no pueden ni ser, ni concebirse'.
Lo que Spinoza quiere explicar es que la Natura naturans, como substancia y causa, y la Natura naturata, como efecto y modo, se entrelazan en vínculos de mutua inmanencia; por una parte, la causa permanece en sí misma, y por otra, el efecto o el modo permanece en la causa.
Por supuesto que esta afirmación le valió la expulsión del judaísmo. La denominada Hérem (חרם), que es la mayor censura eclesiástica judía e implica la exclusión de una persona de la comunidad a la que pertenece. Es una forma de rechazo similar a la excomunión en la iglesia católica.

 


Por la decisión de los ángeles, y el juicio de los santos, excomulgamos, expulsamos, execramos y maldecimos a Baruch de Spinoza, con la aprobación del Santo Dios y de toda esta Santa comunidad,
ante los Santos Libros de la Ley con sus 613 prescripciones, con la excomunión con que Josué excomulgó a Jericó, con la maldición con que Eliseo maldijo a sus hijos y con todas las execraciones escritas en la Ley.
Maldito sea de día y maldito sea de noche; maldito sea cuando se acuesta y maldito sea cuando se levanta; maldito sea cuando sale y maldito sea cuando regresa.
Que el Señor no lo perdone. Que la cólera y el enojo del Señor se desaten contra este hombre y arrojen sobre él todas las maldiciones escritas en el Libro de la Ley.
El Señor borrará su nombre bajo los cielos y lo expulsará de todas las tribus de Israel abandonándolo al Maligno con todas las maldiciones del cielo escritas en el Libro de la Ley.
Pero vosotros, que sois fieles al Señor vuestro Dios, vivid en paz.

Por la decisión de los ángeles, y el juicio de los santos, excomulgamos, expulsamos, execramos y maldecimos a Baruch de Spinoza, con la aprobación del Santo Dios y de toda esta Santa comunidad, ante los Santos Libros de la Ley con sus 613 prescripciones, con la excomunión con que Josué excomulgó a Jericó, con la maldición con que Eliseo maldijo a sus hijos y con todas las execraciones escritas en la Ley. Maldito sea de día y maldito sea de noche; maldito sea cuando se acuesta y maldito sea cuando se levanta; maldito sea cuando sale y maldito sea cuando regresa. Que el Señor no lo perdone. Que la cólera y el enojo del Señor se desaten contra este hombre y arrojen sobre él todas las maldiciones escritas en el Libro de la Ley. El Señor borrará su nombre bajo los cielos y lo expulsará de todas las tribus de Israel abandonándolo al Maligno con todas las maldiciones del cielo escritas en el Libro de la Ley. Pero vosotros, que sois fieles al Señor vuestro Dios, vivid en paz.
Un segundo problema que el Cristianismo se encontraría, estaría relacionado ya no con la divinidad de Cristo y la imagen y semejanza del Ser Humano a Dios, es decir con la sexualidad y la femineidad, sino con los planteos gnósticos, seguramente derivados del Zoroastrismo, es decir la existencia del Bien y del Mal como opuestos complementarios.
Si aceptamos la existencia de ambos (Los dioses Ormuz (principio del Bien) y Arimán (principio del Mal)) como en la religión Parsí, tendremos automáticamente un dualismo religioso que nos apartaría del monoteísmo judíocristiano.
Por otro lado, existe un marcado contraste entre el Jehova del Antiguo Testamento, libro sagrado para el judeo cristianismo, que es no solo vengativo sino también poseedor de fuertes sentimientos humanos, al igual que los dioses “paganos” Nórdicos, Griegos o Romanos y el Dios del Nuevo testamento, que aparece mucho más apartado de instintos pasionales. La frase protestante: Dios es Amor, es en sí muy clara.
¿En que se basa esto?, como todas las teorías no son hechos demostrados, pero una teoría es más o menos aceptada si los hechos se corroboran, y vamos a ver si esto es así.
Todos los demonios, esto es ineludible, los jerarcas de las legiones demoníacas, son antiguos dioses llamados paganos, de cultos pre-cristianos, de religiones ctónicas y esos dioses paganos están en su totalidad relacionados con la Naturaleza porque justamente es uno de los elementos que se reprimieron conjuntamente con la sexualidad. Vamos a encontrar que los demonios judeo-cristianos son en su inmensa mayoría dioses antiguos, arcaicos y primordiales relacionados con cultos ctónicos a la naturaleza.
Hay un Dios en particular que está muy bien descripto que es el Dios Pan. Se es un dios dentro de los griegos menor si se quiere porque no es muy importante y contrariamente a lo que se piensa no es el Dios de los bosques, sino el de los bosques vírgenes, de los cuales hay cada vez menos pero que puede haber alguno por ahí. Ó sea bosques que no han sido.
Pan es un típico fauno, que entre paréntesis, constituyen la corte y el séquito de Pan.
Este Dios tiene el pelo hirsuto, cuernos de cabra, de macho cabrio en realidad y, por supuesto tiene la cola también. Puede ser una cola afeitada pero cola al fin, en forma de la pica de las cartas. Las extremidades inferiores de Pan con patas de macho cabrio, ¿Eso qué es?
Ese es el demonio. Directamente se lo ha lo transpolado, ¿Por qué es el demonio? Porque Pan es el Dios de los bosques vírgenes. Y es uno de los antiguos dioses relacionados con la naturaleza de los cultos ctónicos.
En psicología analítica, el término «ctónico o ptónico» se usa a menudo para describir el espíritu de la naturaleza interior, los impulsos terrestres inconscientes del Sí-mismo, las profundidades materiales de uno, pero no necesariamente con connotaciones negativas.
Por ejemplo:
«La envidia, la lujuria, la sensualidad, la mentira y todos los vicios conocidos son el aspecto negativo y “oscuro” del inconsciente, que puede manifestarse de dos formas. En el sentido positivo, aparece como un “espíritu de la naturaleza”, animando creativamente al Hombre, las cosas y el mundo. En el sentido negativo, el inconsciente (ese mismo espíritu) se manifiesta como un espíritu de maldad, como un instinto destructor».
Jung, C. G. (1964). Man and his symbols. Nueva York: Anchor Books/Doubleday. p. 267 ISBN 9780385052214.
Pan, Dios representante de la Religión ctónica. Era apreciablemente bruto y de mal carácter, en general usualmente, estaba borracho, y tocando la Siringa que es llamada en honor a su inventor “la flauta de Pan”. Pero cuando se enojaba, y esto sucedía cuando se atacaban los bosques. Cuando hacían un incendio o cortaban madera, generaba un temor tan pero tan particular que daba reacciones físicas. El pelo, por ejemplo, se erizaba como el de los animales, aumentaba el ritmo cardiaco, aumenta la sudoración. Es lo que se llama Panic Atack. No es casual que el ataque de pánico, el temor pánico derivante del Dios Pan. Por pánico vamos a entender un grado supino de miedo. Ya que el pánico es el grado máximo de miedo.
Veamos un pequeño grupo a modo de ejemplo de dioses de la naturaleza transformados en demonios:
«Entre los tsiyyim (criaturas del desierto) encontrarás a los iyyim (y) un se’ir nombrado para acompañarle. Lilith habita allí y encuentra un lugar para su descanso. »
Isaías 34:14 Biblia Ortodoxa Hebrea.
Azazel: Su origen es hebreo y significa «la cabra de emisario» o «chivo expiatorio», expuesta en Levítico 16:8-10. No vuelve a ser mencionado en ninguna parte más de la Biblia hebrea canónica. El nombre se origina de dos palabras de raíz: aze, que significa cabra, y azel, que significa salida. Otro posible origen del nombre es que sea un derivado de las palabras hebreas -az, que significa áspero y -el-, que significa poderoso (hay que indicar que este sufijo se aplica a casi todos los ángeles y a buena parte de los ángeles caídos). En tal caso, sería una alusión a la montaña desde donde se despeñaban las cabras para su sacrificio.
Los ṣ́e’îrîm, singular “ṣ́e’îr”, son seres que representan la “infecundidad del desierto”, Aaron sacrifica dos machos cabríos, “ṣ́e’îr”, uno a Yahweh y Azazel o Mot, el Attar-Mot hebreo, “La Muerte”, equivalente al dios Baal de Sumeria Dios de la lluvia, el Trueno y de la fecundidad.
Lucifer y Satán son nombres diferentes para el mismo ser, no todos los estudiosos aceptan este punto de vista. El uso del nombre “Lucifer” como identificador del diablo, se deriva de una interpretación particular de Isaías 14:3-20, un pasaje que no se habla de un ángel caído, sino de la derrota de un determinado rey babilonio, a quien se le da un título que hace referencia a lo que se denomina la “estrella de día” o “estrella de la mañana” (en latín, Lucifer, que significa “portador de luz”. Lo más correcto sería entender a Lucifer etimológicamente como Lucero del mediodía. Quien prende las luces o el hacedor de mundos. Dios de la Naturaleza y el Demiurgo (un Dios imperfecto) para el Gnosticismo
Vepar: Este demonio toma la forma de una sirena. Antiguo dios del agua
Vodnik: En el folklor Eslavico, se trata de un demonio del agua, que sale a relucir cuando un niño se sumerge al agua. Aparece como un pez o como un humano de cabello verde, y mantiene a las personas bajo del agua, hasta ahogarles. En Rusia se le conoce como Vodjanoj.
Raum: Conde devastador de los infiernos. Su forma es la de un cuervo, pero también suele tomar forma humana. Encuentra tesoros y destruye ciudades y dignidades. Otro antiguo dios de la naturaleza
Pazuzu: Diosa de las tormentas Este es un demonio alado temido en Mesopotamia. Los Mesopotamicos creían que vivía en el desierto. Conocida por la película el Exorcista
Samael: El arconte del quinto camino de la Zigurath, se lo asocia con el aprendizaje con dolor, de ahí su parentezco son Saturno, Dios de la naturaleza por excelencia.
Kingu: Demonio de Mesopotamia, que se volvió el consorte de la Diosa Tiamat (la Tierra)
De esta manera, tendríamos dos elementos solucionados: La Naturaleza y la sexualidad a nivel genital.
Si yo excluyo estos dos elementos, recordemos que, en este caso excluir significa siempre “Reprimir” ¿qué otra cosa faltaría? O sea, ¿Qué produce, exacerba la sexualidad y la lascivia? ¿Qué genera, naturalmente la vida de una forma animal?
Obviamente la mujer, lo femenino, al Anima.
El arquetipo del Anima es la opossitio complementaria del animus y básicamente es: la noche, la Tierra, lo que engendra y lo que retiene (la mater terribilis y la matter nutrens), la inspiración, la Naturaleza. El Ánima está contra los sistemas cerrados, la muerte y la violencia porque es un principio de vida.
En “Nuestra Señora de París” (Notre-Dame de Paris, en francés) que es una novela folletinesca de Victor Hugo, excelente escritor francés publicada en 1831 y compuesta por once libros.
Toda la trama ( el mitologema) se instaura porque el obispo está tentado sexualmente con la gitana Esmeralda y la desea, el jorobado la salva y la defiende y por último es muerto, no solo por ser distinto, sino por haber osado proteger a la gitana.
Resúmen: hay que eliminar la tentación y la tentación es la mujer.
La mujer es diabólica. Entonces lógicamente, está todo encarnado en la mujer, la mujer es lo sexual, la genitalidad y la Naturaleza engendradora de vida animal (Anima), El ”Malleus Maleficarum” que es un libro apasionante, digno de la Gestapo. Nos ayuda a reconocer cómo son las brujas.
Está hecho por dos sacerdotes dominicos que mencioné anteriormente Enrique Kramer y Jakob Sprenger.



Se las reconocía por ciertas señales. Una de ellas es que...Por lo general menstrúan (...)
Si puedo reprimir la Naturaleza, debo reprimir la sexualidad, entonces tengo necesariamente que eliminar a la mujer, no habría, acorde a este razonamiento bizarro, otra posibilidad, puesto que la mujer (ampliemos el concepto y hablemos del arquetipo del Anima), es la segura causante de todos los males. Es ahí donde viene la caza de brujas. El Santo oficio y los Inquisidores como Tomás de Torquemada, Diego Deza, Francisco Jiménez de Cisneros, Adriano de Utrecht y tantísimos otros.
Lo que el Malleus sostenía básicamente era que:
Si a una mujer la acusan de brujería, es que es bruja. La tortura es un medio infalible para demostrar la validez de la acusación. El acusado no tiene derechos. No tiene Oportunidad de enfrentarse a los acusadores. Se presta poca atención a la posibilidad de que las acusaciones puedan hacerse con propósitos impíos: celos, por ejemplo, o venganza, o la avaricia de los inquisidores que rutinariamente confiscaban las propiedades de los acusados, para su propio uso y disfrute.
Su manual técnico para torturadores, también incluye métodos de castigo, diseñados para liberar los demonios del cuerpo de la víctima, antes de que el proceso la mate.
Los interrogatorios de los que se valía la Inquisición, serian en algunos casos pueriles y hasta graciosos si no fuera por las atrocidades producidas que le quitan toda gracia.
Acorde con Claudia Selser en su artículo ¿Qué fue la Santa inquisición?

En el Virreinato del Perú -los actuales Perú, Bolivia, Chile, Argentina y Uruguay y Paraguay-, la Inquisición, creada por el rey Felipe II, entró en funcionamiento en 1570 y fue abolida recién en 1820, con la independencia de España. En sus dos siglos y medio de vida sentenció a alrededor de 1.474 personas, aunque sólo 32 recibieron la pena de muerte: la mitad de ellos quemados vivos y el resto condenados al garrote. De los condenados a muerte, 23 lo fueron por judaizantes, 6 por luteranos y 2 por sustentar y difundir públicamente herejías. En México la Inquisición se estableció en 1571 para pesquisar bigamia, blasfemia, seducción y superstición y terminó fusilando, por ejemplo, a dos líderes de la Guerra de la Independencia, de 1808, como fueron los párrocos Hidalgo y Morelos. En el Virreinato de Nueva Granada (Venezuela y Colombia), la sede del Tribunal se radicó definitivamente en Cartagena en 1610.
Juan Antonio Llorente (1756-1823), un feroz enemigo de la Inquisición y escritor del libro: Historia de la Inquisición de 1817-1819, que sigue siendo la obra más famosa como ataque a la Inquisición, estima que el número de ejecuciones llevadas a cabo durante la totalidad del periodo, desde 1483 hasta su abolición definitiva por el Emperador Napoleón Bonaparte, acto escasamente conocido y menos elogiado del Gran Corso, fue entre 31,912 a 291,450.
Las mujeres jóvenes y bellas eran enviadas forzosamente a la hoguera.
Los elementos eróticos y misóginos eran muy fuertes... como puede esperarse de una sociedad reprimida sexualmente.
Según el libro de 1700 de Ludovico Sinistrari, los inquisidores, exclusivamente varones, afeitaban el vello púbico de las acusadas y les inspeccionaban cuidadosamente los genitales.
En el asesinato ( no cabe otro término) de la Doncella de Orleans Juana de Arco a los veinte años. Tras habérsele incendiado el vestido, el verdugo de Ruán apagó las llamas para que los espectadores pudieran ver «todos los secretos que puede, o debe haber en una mujer».
El juez de brujas " Pierre de Lancre" (en su libro de 1612, Descripción de la inconstancia de los ángeles malos) " nos dice que: La Iglesia católica estaría cometiendo un gran crimen, al no quemar a las brujas. En consecuencia, los que plantean esta posibilidad, atacan a la Iglesia y cometen ipso facto un pecado mortal. "
La quema de brujas es una característica de la civilización occidental que, con alguna que otra excepción política ocasional, declinó a partir del siglo XVI.
En un principio la identidad de la Inquisición se entendía como buscadora de “herejías”, pero degeneró aún más con la caza de brujas. Esto lo narra muy bien en el libro y en la película dirigida por Jean-Jacques Annaud en 1986, el filósofo italiano Umberto Eco en “Il nome della rosa”. Eco admiraba a Borges, entonces lo pone como Jorge de Burgos, una especie de monje erudito y villano.
Este personaje de Eco es español y un monje anciano y ciego, encorvado y «blanco como la nieve», venerado por el resto de los monjes, que lo temen tanto como lo respetan. Es el guardían de la biblioteca de incunables, También figura Bernardo Gui o Bernardo Genuidoni (1261/1262-1331), que realmente fue un religioso dominico francés, inquisidor de Toulouse entre 1307 y 1323. En la novela es presentado como inquisidor al mando de los soldados franceses encargados de la indemnidad de la legación papal. Bernardo de Gui, es retratado como némesis de Guillermo de Baskerville (apellido ligado a una novela larga de Sherlock Holmes: El mastín de los Baskerville), interpretado genialmente por Sean Connery, cosa que se ha tomado como una analogía muy probable de la relación y la rivalidad entre Sherlock Holmes y el profesor Moriarty.
Frente a cualquier acusación, se llamaba al inquisidor, y si no había confesión, surgía el verdadero problema.
La identificación entre magia y herejía fue un proceso gradual. En 1233, el papa Gregorio IX promulgó la bula Vox in Rama, en la que se acusaba a una imprecisa secta de herejes alemanes de adorar a animales monstruosos, cometer sacrilegios y practicar rituales orgiásticos. …
La National Geographic al respecto nos dice lo siguiente
La lucha contra la herejía sirvió, pues, de pretexto para los episodios de caza de brujas que surgieron con creciente frecuencia a partir del siglo XV. Esto ocurrió en la Suiza franco- provenzal, así como en el norte de Francia. En 1459, en la ciudad de Arras, entonces bajo soberanía de los duques de Borgoña, la condena de un ermitaño por magia demoníaca provocó una serie de confesiones en cadena, ayudadas por la tortura, que terminaron con 29 acusaciones y 12 ejecuciones. El episodio fue conocido como vauderie de Arras, en referencia a los vaudois, «valdenses», una corriente herética surgida en los siglos XII y XIII. El eco del asunto provocó la intervención del duque Felipe el Bueno, que logró frenar lo que ya parecía una psicosis colectiva. Los condenados fueron rehabilitados muchos años más tarde, en 1491.
El período más intenso de caza de brujas se sitúa, en cualquier caso, en la segunda mitad del siglo XVI y se prolongó hasta 1660. Sin duda, no es casualidad que esta fase se corresponda, en parte, con la llamada «pequeña era glacial»: un empeoramiento climático que trajo malas cosechas y carestías; fenómeno que parece haber afectado a varias áreas de Europa en diferentes momentos entre 1580 y 1630, al que siguió la trágica oleada de peste de 1630. La posterior mejoría económica se correspondió igualmente con una disminución generalizada de los procesos, aunque en algunas zonas fue a finales del siglo XVII cuando se produjeron los peores casos de caza de brujas.
La caza de brujas no tuvo el mismo alcance ni la misma intensidad en toda Europa. Sin lugar a dudas, el territorio en el que se desarrollaron las persecuciones más virulentas y numerosas fue Alemania. La gran mayoría de los procesos se produjeron entre los siglos XVII y XVIII, y la cifra total de víctimas oscila entre 22.000 y 25.000 –aunque hay autores que la elevan a 30.000–, lo que representa la mitad del total poblacional europeo.
Es importante tener en cuenta como de un salto teórico se elimina, se reprime, la naturaleza, la sexualidad-genitalidad y, por supuesto, la causante de todos los males del mundo que es la mujer.
Esta situación de destrucción del Anima sigue. Ahora no son quemadas en la hoguera pero si con alcohol y fuego, empaladas o directamente descuartizadas.
Esto es un hecho, es una realidad, no se debe justificar de ninguna manera pero si tratar de entenderlo en sus orígenes.
¿Qué pasa cuando se reprime algo? En Física, un sistema de cuplas genera si o si una reacción que es tan fuerte como la acción dada, y la reacción, como es energía, puede ir a cualquier lado. No es casual por ejemplo que en la iglesia católica romana, patriarcas de la represión sexual, y herederos de la subordinación de lo femenino haya tanto, tan gran porcentaje de depravados, de pedófilos. No es casualidad.
Esto no es un demérito de la religión que se basa en la santidad de Cristo. Él mismo reconoció que nadie podía lapidar a María Magdalena, pues nadie poddía tirar la primera piedra. Pero es una realidad que la instrumentación realizada con sus enseñanzas ha sido manipuladora.
La cupla tiende a girar, tan lejos como se pueda, sobre su propio eje porque no hay posibilidad que ninguna de los dos lados derrote al otro. Y esto es lo que pasa, empieza a girar sobre su propio eje, esto de girar sobre su propio eje es apasionante, porque, nos vuelve al Malleus Maleficarum, en tanto, se tratade una de las tres formas de actuar del demonio.
La más común es justamente la más rara, que es la que nosotros vemos en películas famosas como el Exorcista o como mencioné los Demonios de Ludlum. Después está la sugestión. Y hay una tercera, a la que que justamente me referí, de dar vueltas sobre el mismo eje, hablaba de cuplas, dar vueltas sobre el mismo eje en latín quiere decir, responde al verbo “obscidere”,
Obscidere justamente significa esto “Dar vueltas sobre su propio eje”. Etimológicamente tiene una raíz muy interesante, por ejemplo, hay una piedra, que por supuesto es una piedra demoníaca, que es la famosa obsidiana, que donde la miren ustedes van a ver siempre la misma raya. Y uno se va también a obsesionar. Obsesionar viene también de obscidere.
Obsesión es cuando surge la denominada idée fixe. En Jung diríamos un complejo autónomo independiente completamente cargado (catexiado), que actúa como indica su nombre de manera autónoma e independiente, por eso es un complejo.
Esta “obscidere”, (obsesión) es lo que lleva al obispo y juez Claude Frollo a enamorarse de la gitana Esmeralda en la novela de Victor Hugo, y la solución es matar al objeto que lo encantó. Todavía tenemos la peligrosa frase: Encantado de conocerla…
La idea recidiva es un síntoma importantísimo en el cuadro de la Neurosis obsesiva, precisamente porque es recurrente…Obsesiva y va inundando poco a poco la mente. Lo que queremos apartar del plano consciente , vuelve una y otra vez, porque justamente está transformándose en una “obscidere” demoníaca. Esto sería la neurosis obsesiva, en una explicación primaria y suscinta. Es lo que se llama la idea autónoma, esto es precisamente, la forma más común del accionar del obsesivo y conjuntamente con la sugestión y la posesión, atributos según el Malleus Maleficarum, del Demonio.
Ya están todos los elementos, el demonio nos obsesiona (obscidere) con la genitalidad, el sexo viendo a la mujer y, por supuesto, todo eso sucede en, de, para y por culpa de la Naturaleza. La genitalidad y la mujer.
Siempre que hallemos una represión muy grande, es preciso ser cuidadoso porque falta el otro elemento y aparecerá enantiodrómicamente al decir de Jung.
Por enantiodromía entendemos el surgimiento de la “contracorriente”, brusca y sin freno.
En la época victoriana, famosa en tanto a la represión sexual y el puritanismo, donde se vendían sábanas con un agujerito para la realización del acto sexual anónimamente y sin placer, entre los años 1887 y 1888 apareció Jack el Destripador, paradigma de los asesinos seriales de mujeres. En barrios prostibulares como Whitechapell . Por todas las zonas portuarias del Támesis , estaban los fumaderos de opio a los que solía visitar el personaje de Conan Doyle, Sherlock Holmes.
Cuanto más se reprime y se tapa algo, más surge con la fuerza contraria. Si nosotros pretendemos reprimir la naturaleza del sexo, de la mujer, de la genitalidad, esto va a salir después con la misma fuerza utiizada en reprimirla.
Éste es el cuarto elemento.
Esto es lo que Jung llama lo demoníaco. Pero no en el sentido del demonio que ya sabemos que es Pan desvirtualizado, sino en el sentido del Daemon, de la fuerza que contiene porque en cuanto más se reprime una cosa, más se obsesiona (obscidere) uno con eso.
Este es el arquetipo de la Cuaternidad. La inclusión de la tetrarquis (el cuatro) en la tríada, la habilitación del Mal, pero no del mal en un sentido estrictamente demoníaco, sino de lo reprimido de tres ingredientes básicos: Naturaleza; sexualidad y Femineidad
Estos elementos constituyen el Arquetipo del Anima. No otra cosa.
Si pensamos el tema en términos religiosos, tendríamos que aceptar que un principio hubo una trilogía politeísta, por ejemplo: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, al igual que en el Induísmo tres emanaciones de la misma cosa: Brhama, Shiva y Vishnú (la trimurti). Zeus, Hades y Poseidón, para los griegos o Júpiter; Neptuno y Plutón en la mitología/religión romana.
Posteriormente esa trilogía, por diversos motivos, en general porque hay aprendizaje y surge el arquetipo denominado por C. Pearson: El Vagabundo, uno de estos tres dioses parte a realizar su viaje (interior y exterior) y aprende y cuando vuelve ya es distinto, superior quedando instituido como un único Dios. Puede ser así como fue el caso de Odin (Wotan) que se va de la trilogía que comparte con Thor y Tyr para retornar posteriormente como dios principal.
Siempre estamos en la Tríada. Este es el problema, ¿y por qué este es el problema? Como mencioné, el Catolicismo en sus orígenes debió luchar por supuesto contra distintas sectas y posturas ideológicas, la palabra secta es un término tan drástico como vago. Hay muchísimas, que en su momento fueron importantes y de las cuales hoy poco y nada se sabe. Por ejemplo de la de Simón el Mago, lo ha mencionado en las escrituras por San Pedro, que no era precisamente adepto a él. Sabemos que hubo un gnóstico que casi llega a ser papa, Valentino o Valentiniano, Las variantes de Gnosticismo, fueron los primeros grandes rivales del surgiente cristianismo
Estamos nuevamente frente a Ormus y Ariman, el bien y el mal.
Entonces si volvemos al origen del problema nos vamos a encontrar con que necesariamente de tres tengo que hacer uno, pero con que de tres haga uno, no estoy solucionando el otro tema que es: ¿Dónde está el mal?...¿Puede ser éste un atributo de Dios?...¿Puede Dios permitirlo?
Si acudiéramos a la teoría de la Sincronicidad podría surgir una respuesta interesante:
Lo que entendemos como mal, es un paso necesario en una evolución (sentido de vida) desconocido para nosotros. Esto nos acercaría a la posición de la filosofía que contempla el protestantismo, en especial del Suizo Juan Huss y, posteriormente de Calvino y Lutero.
Tampoco hay que olvidar que Jung tuvo siete familiares pastores protestantes, padre incluido.
La respuesta más interesante, que es sin duda un sofisma, es la de Agustin de Ipona, cuando define al mal como ausencia del bien, parece cualquier cosa, pero es correcto, se entiende. El mal es la ausencia del bien. Y cuando pensamos porqué permite Dios la existencia del mal, cada uno de los cristianismos tiene su versión.
Entonces… ¿Cómo se soluciona esto?
Únicamente incorporando la cuaternidad, el número cuatro, la tetrarkis. Y no es el demonio como lo entendemos ingenuamente; es la sexualidad que está representada en la mujer, lo femenino y básicamente en el Ánima, que también constituye la naturaleza.
La negación del Ánima a los que nos está llevando nuestro Zeitgeist es tremenda. Nos estamos extinguiendo como planeta.
Ya hay otras tecnologías, la electricidad por ejemplo. Y la electricidad gratuita preconizada por Tesla que por ser precisamente gratuita no atrae a los grandes dumpings de la industria. ún minusvalorizada en el circuito laboral como el abuso del petróleo y sus constantes derrames, ha traído más que dolores de cabeza, esto estará descartado en los próximos años, pero qué precio nos costó en cuanto a humanidad?
Ya hay otras tecnologías, la lectricidad por ejemplo. Y la electricidad gratuita preconizada por Tesla que por ser precisamente gratuita no atrae a los grandes dumpings de la industria.
Hay una degradación de Ánima no solamente en cuanto a lo genital, lo cual es fácilmente visible en las medios, sino en todo lo que hace a la naturaleza.
Como dije el Ánima como arquetipo está en contra del yo cerrado y de las instituciones cerradas. Está a favor de la creatividad, del nacimiento, de la aparición, de los sentimientos, de la sensibilidad. Y esto está todo cuestionado.
Vivimos el equivalente a la prostitución del Anima.
Si usamos este arquetipo para producir actrices o modelos, también surge un serio problema consumista de nuestra base como sociedad humana. Una actriz llegada a los cuarenta, ¿por qué digo cuarenta? Porque cuando se tienen cuarenta años ya hay una larga fila de jovencitas de diecinueve esperando su turno y, entonces, si la mujer, pongamos por caso una actriz no es realmente excepcional en lo suyo o no trabaja con los mejores cirujanos plásticos pierde su rol en la sociedad consumista. Un ejemplo es la estadounidense Melanie Griffith la que era mujer de Antonio Banderas, hay una película que se llama “Body hit” en español, “doble de cuerpo, filmada allá por los ochenta, donde trabaja y es una mujer excepcionalmente bella. Pero claro, ahí quedo, porque Melanie, no se caracteriza precisamente por ser muy buena actriz aunque no era francamente mala.
La cantidad de suicidios desde el cine mudo hasta la actualidad de actrices, es apabullante. El caso emblemático es (discutiblemente) el de Marilyn Monroe. Hay excepciones por supuesto, como las estadounidenses Bette Davies o Joan Crawford; las italianas Silvana Mangano y Giulieta Massina o nuestra propia Tita Merello, Iris Marga o Cipe Linkovsky pero no hay demasiadas, distan de ser la mayoría.
Esta situación no se soluciona con más mujeres en puestos claves de poder, porque en ese caso se da una masculinización del anima, es decir el anima comienza a funcionar como su contraparte masculina. (arquetipo de la Amazona)
Como la Historia de la Humanidad ha sido, tradicionalmente, una historia de los hombres, la historia de las mujeres ha terminado por llamarse historia de género (Geschlechtergeschichte), aunque esa denominación debería entenderse abarcando a ambos sexos
(Hergemöller, 2001; Opitz-Belakhal, 2010).
Es el Ánima que estamos destruyendo, no es solo la mujer física a la cual seguimos maltratando como en todos los tiempos y todas las épocas de la historia. Sin embargo, creo que se va entendiendo que el problema es mucho peor, si cabe la expresión:
No aceptamos la cuaternidad. Lo consideramos directamente demoníaco en su peor sentido
Según Jung, los "mandálas" y la "cuaternidad" representan mecanismos (proyecciones) del inconsciente colectivo desde los tiempos más remotos del hombre en la Tierra.
Acorde a Jung, el núcleo de la psique (el" Selbst") normalmente se expresa en alguna forma en estructura cuádruple.
Este Selbst es definido por Jung como el arquetípo central de lo inconsciente colectivo, el arquetipo de la jerarquía. La totalidad del Ser Humano.
El Sí-mismo es una unión de los opuestos (por excelencia). Se representa simbólicamente por el círculo, cuaternidad.

Jung define al Selbst como el Dios Interior y y, en consecuencia a la cuaternidad como su completad precisamente por eso lo que propone es incluirlo y no asesinarlo.

Bibliografía utilizada
Aurelius Ambrosius. San Ambrosio. (c. 339-397), en De Paradiso (c.375). Tomado de internet. http://www.apostoladomariano.com/pdf/833.pdf
Jung, C. G. (1964). Man and his symbols. Nueva York: Anchor Books/Doubleday. p. 267 ISBN 9780385052214.
Bernardo, “Grandezas de María.
Tomado de Internet https://radiocristiandad.wordpress.com/2013/11/20/las-grandezas-incomparables-de-maria-san-bernardo-capitulo-septimo-y-final-maria-coronada-de-estrellas/
Daly Mary: El cristianismo y la mujer: una historia de contradicciones Este texto fue publicado por primera vez en 1968, en el libro de Mary Daly “The Church and the Second Sex” (Boston: Beacon Press), con el título “History: A Record of Contradictions”. El libro fue reeditado en 1975 y 1985. Aquí lo tomamos como Del cielo a la Tierra. Una antología de teología feminista, coordinado por Mary Judith Rees, Ute Seibert y Lene Sjorup, publicado por la editorial Sello Azul de Santiago de Chile, 1994 y 1997, 539 pp. La traducción del original inglés es de Elena Olivos.
Ejilevich Horacio: Arte Terapia. Arquetipos de sanación. Ed. Titakis. Buenos Aires. 2009
Hergemöller, 2001; Opitz-Belakhal, 2010.
Isaías 34:14 Biblia Ortodoxa Hebrea
San Jerónimo. Fundamentado en Mateo 19:12, en su Adversus Jovinianum tomado de internet Enciclopedia Británica https://www.britannica.com/topic/Adversus-Jovinianum
Juan Antonio Llorente. Historia de la Inquisición de 1817-1819
Martínez-Burgos García (Demonio y mujer: La marca de Satán. 2004, pp. 214-215) Martínez-Burgos García, Palma, 2004: “Lo diabólico y lo femenino en el pensamiento erasmista.
Enrique Kramer y Jakob Sprenger, “Malleus maleficarum”. Tomado de Internet: http://www.malleusmaleficarum.org/d...
Spinoza Baruch.Ética Demostrada Según El Orden Geométrico. Editorial Alianza (1964)
Selser. Claudia: Artículo ¿Qué fue la Santa inquisición? Tomado de Internet http://old.clarin.com/diario/2004/0...
http://www.nationalgeographic.com.es/historia/grandes-reportajes/la-caza-de-brujas-en-europa_7761
C. Pearson El Heroe Interior Editorial: Mirach. Madrid. España