El Tótem del Oso
Horacio Ejilevich Grimaldi
Enero de 1925 en Nuevo México
C. G. Jung debe subir la estrecha escalera que lleva al recinto de la choza
donde lo esperaba Ochiwiay Biano (lago del amanecer), jefe indio de los pueblos,
los constructores de ciudades.
Algunos nativos se asombran cuando el creador de la psicología analítica o
compleja, dotado de gran corpulencia, asciende muy erguido y no de espaldas como
suelen hacer ellos. Inmediatamente comienzan a murmurar: “...Es el oso,
pertenece al clan del oso...”
Jung, perspicaz conocedor de la simbología y los seres humanos contestan: “Si,
es cierto, pertenezco a un país en donde una importante ciudad tiene un oso en
su escudo. Su nombre es Berna y significa oso en mi idioma”
Los indios sonrieron satisfechos, habían confirmado sus creencias. Esta tribu
que se reconoce entre si por el tótem que preside cada grupo familiar, develó la
identidad del visitante al identificar su andar con el del oso. Ochiwyai Biano,
cuyo nombre (oficial) era Antonio Mirabal, recibió a Jung de igual a igual. Le
hablo de la crueldad de los hombres blancos y la incomprensión acerca de su
credo intimo de su gente: “ Somos los que viven en la raíz del mundo. , los
hijos del sol. Con nuestra religión ayudamos diariamente a nuestro padre a
cruzar el cielo.....No hacemos esto solo por nosotros sino por todo el mundo. Si
dejáramos de practicar nuestra fe, en diez años no saldría mas seria la noche
eterna......”
Desde Suiza, jung envió al cacique Biano un pequeño oso tallado en madera,
distintivo de la ciudad de Berna.
Los suizos berneses, mantienen unos osos desde tiempo inmemorial como “producto
de exportación”. Para aclarar esta costumbre se cuenta la historia de un gran
oso muerto en el siglo IX por un cazador de Berna. Esto explica porque los
habitantes de la ciudad, lo transformaron en su emblema.Sin embargo, la prueba
de un mas lejano origen estaría en un grupo escultórico en bronce, descubierto
cerca de esa comarca
y que se supone data del siglo I o II de la era cristiana. La estatua representa
a un oso muy corpulento que se acerca para rendirle sumisión a la Diosa
Arctio.La deidad en cuestión es una Diosa osa, una Diosa sagrada.
Para comprender mejor este punto, se debe conocer el concepto de metamorfosis,
que esta en la base de todos los cultos primigenios.
Cuando los griegos nos cuentan que Zeus (el Júpiter romano) se ha transformado
en águila Dios o el Dios cisne es necesario ver en ello “Mitos contados al
revés”. Los animales" sagrados”, son adorados por los hombres en su figura
antropomórfica, pero han seguido siendo los atributos de los Dioses, que a veces
se ocultan nuevamente bajo su forma primitiva.El culto de los seres animados y
la naturaleza, se encuentra como supervivencia en las sociedades antiguas.
Ya a principios del siglo XVIII, los misioneros entre los indios de Norte
América, observaron en estos una formal y rigurosa clase de adoración a los
elementos y animales. De ahí viene el nombre “Tótem” o más exactamente “Otam”,
que designara aquello a lo cual reconoce como protector, antepasado o simulo de
unión. Así pues tanto Ochiwiay Biano como jung durante su conversación
respondían a una realidad primigenia aunque olvidada.
La noción de “ tótem”, sé entronca en el inconsciente colectivo, es decir común
a la especie humana, con el concepto de Tabú.
Esta es una palabra de origen polinesio: “ aquello que se sustrae del uso
corriente”.
Será tabú un árbol y designara al escrúpulo que se tiene con ello al deseo de
derivarlo. La violación del tabú, no es una pena dictada por la ley civil, sino
un código primigenio encontrado en la memoria arcaica de la humanidad. Existen
multitud de tabúes que van desde la prohibición bíblica acerca del fruto
prohibido hasta la noción sicoanalítica del incesto.
Sin embargo, es imposible aproximar una explicación acerca del origen del mismo
y su transición como prohibición racional, sin acudir a los conceptos de lo
psicología jungiana.
No solamente los tabúes son comunes a la especie humana, si no también son
dables de observar entre la mayoría de los mamíferos, pues con raras excepciones
ni comen sus crías ni se devoran los unos a los otros. Una especia animal así
resultaría imposible pues no habría podido constituirse como tal, basta citas
aquí los trabajos al respecto del premio novel Austriaco Konrad Lorenz (en
especial: sobre la agresión el pretendido mal. ED. S. XXI.)
G. Adler dice: “ el inconsciente colectivo es, según la formula de jung el
deposito constituido por toda la experiencia ancestral desde hace millones de
años, el eco de los acontecimientos de la prehistoria y cada siglo le añade una
cantidad infinitesimal de variación y diferenciación”
Básicamente es un reservorio mental que alberga no solo los tabúes sino también
las formas totémicas primordiales personalidades mana o arquetipos.
Estos últimos son según jung: “ una tendencia heredada de la mente humana que la
lleva a formar representaciones de temas mitológicos, la que varían en gran
medida, sin perder su estructura básica.”C.G.jung: ( the simbolic life:
MISCELANEOUS WRITINGS)
La etimología de la palabra “religión”, reconoce dos raíces: “religio” del latín
“religare”, es decir “ ligar”, en este caso a hombre con la divinidad y la
recomendada por Cicerón: “relegere” como opuesto a “neglere” que significaría la
vigilancia extrema (cuidado religioso) frente al descuido en los ritos. Así pues
la antigua tradición judeo -cristiana acerca de la
prohibición de comer pescado el día viernes, no se debería a el día de la semana
en que murió el salvador. Tendría origen en un antiguo tótem Sirio,
del cual surge por “metamorfosis” la diosa Atergatis, con cuerpo de pez y cara
de mujer. La leyenda, alterada por los griegos, dice que deserto fue una Ninfa
que ofendió a Afrodita, quien la castiga haciéndola tener una hija con un
sacerdote de su culto. Derceto, alterada por la locura que le enviara su diosa
patrona, mato a su amante y abandono a la niña para arrojarse al mar, donde fue
trasformada en los restantes dioses en un pez. Al crecer la hija milagrosamente
salvada, se transformo en la diosa Babilónica Semiramis. Divinizo a su madre y
prohibió (tabú) comer pescados a sus fieles por temor de que a el hacerlo
ingirieran a algún descendientes de Derceto.
Sin duda esta prohibición es aun mucho mas irracional y antigua como se vio en
el oso de Berna. Actualmente el acto de comer pescado en día viernes, seria una
transición del tabú arcaico atinente a la comunión espiritual del hombre con su
aspecto divino ( SELBST).
Recientemente la iglesia católica autoriza también la ingesta de carne vacuna lo
cual aun constituye un tabú para otras creencias.
Es precisamente de la religión, él merito de realizar en la civilización la
transición del “totemy tabú” primitivo, a la prohibición o “permiso racional”,
que nos permite existir como sociedad humana y no al revés, como se pretende.
En Alejandría, por Ej. Se “metamorfoseó” el mito pagano acerca del pez, con el
anagrama: “Iesous Cristos Theou Uios Soter” ( Jesucristo hijo de Dios,
Salvador), cuyas primeras silabas darían la palabra: ICHTUS
Así pues, mientras la religión actualiza a el símbolo, la psicología analítica
aclara sobre su origen e incidencia en la mentalidad colectiva de la humanidad,
habiendo de esta forma un camino que la ciencia no debe reconocer si pretende
dimensionar a el hombre como ser trascendente.